| Episodio de ¡Oye, Arnold! |
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| Falsa alarma (False Alarm) |
| Temporada 1, episodio 17a |
| Fecha de emision: 23 de Diciembre de 1996 |
Interwikis:
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Sinopsis[]
Eugene es sospechoso y acusado de activar la alarma de incendios, y depende de un jurado estudiantil votar sobre el veredicto, pero Arnold es el único que cree que Eugene es totalmente inocente.
Trama[]
Un día en la P.S. 118, mientras los estudiantes iban a sus clases, alguien activa la alarma de incendios. Todos salen corriendo de la escuela presos del pánico, pensando que hay un incendio real, pero el director Wartz sale corriendo diciéndoles que era solo una falsa alarma. Busca en los pasillos y encuentra mantequilla de maní untada por toda la estación de alarma de incendios y nota huellas de sandalias en el piso, lo que lleva al armario del conserje donde Wartz encuentra a Eugene Horowitz adentro, pensando que él era el sospechoso que activó la alarma de incendios.
En la cafetería, que ha sido preparada para que parezca una sala de audiencias y el director Wartz presidiendo, le dice a Eugene que lo han atrapado tirando de la alarma de incendios, pero Eugene dijo que no lo hizo. El director Wartz le dice a Eugene y a su "abogado" Stinky Peterson que, de acuerdo con los estatutos del distrito escolar, Eugene solo podría ser expulsado de la escuela después de ser declarado culpable por un jurado de sus compañeros estudiantes.
En la biblioteca, mientras Helga repasaba los votos, encuentra un voto que dice "no culpable". Arnold revela que votó no culpable porque tenía dudas razonables. Arnold estaba convencido de que Eugenio era inocente. A pesar de la falta de paciencia de Helga porque tiene boletos para Wrestlemania, el jurado estudiantil revisa cuidadosamente las pruebas. Pero finalmente, encuentran una pieza de evidencia que no pertenece a Eugene: el lápiz de Wankyland. Arnold le dice al jurado estudiantil que Eugene ha estado en más accidentes en el año escolar actual que todo el cuerpo estudiantil junto. Arnold afirma que todo el mundo sabe que a Eugene se le prohibió la entrada a Wankyland el otoño pasado, cuando se tropezó con el quiosco de música y provocó que todo el desfile del Día de Acción de Gracias se estrellara. Volviendo a la tarea en cuestión, Arnold dice que a pesar de que Eugene ama a Wankyland, es poco probable que tenga uno de sus lápices, ya que Eugene no ha estado cerca de Wankyland desde entonces. Arnold le pregunta al jurado por qué Eugene tendría un lápiz Wankyland, la respuesta, alguien lo plantó fuera del armario de las escobas con el motivo de incriminarlo. Arnold pregunta quién tiene el motivo: alguien que odia a Eugene y con una razón para hacerle daño.
Curly confiesa que él fue quien tendió una trampa a Eugene. Cuando Arnold le pregunta a Curly por qué lo hizo, Curly explica que porque hace exactamente 3 meses, dos semanas y cuatro días, Eugene tomó prestado su lápiz favorito, el que Curly compró el verano pasado en Wankyland. Y cuando Curly lo recuperó de Eugene, tenía marcas de masticación por todas partes y Eugene afiló el lápiz hasta la férula. Curly afirma que no podía dormir ni comer, todo lo que podía pensar era en Eugene escribiendo con su lápiz, masticando el borrador y afilándolo hasta la férula. Y cuando Eugene finalmente le devolvió el lápiz a Curly, dijo: "Oh, aquí, Curly", como si no fuera gran cosa (para Curly). No queriendo quedarse acostado, Curly se venga activando la alarma de incendios e incriminando a Eugene por el crimen. Todo lo que Curly tenía que hacer era plantar las pistas correctas: la mantequilla de maní, los vasos y, para colmo, el lápiz. Curly grita "¡Bingo, que sea marcado de por vida!" Curly se ríe maníacamente mientras el jurado estudiantil lo mira a él y a los demás estupefactos. De vuelta en la cafetería, el director Wartz anuncia el veredicto del jurado estudiantil. Wartz dice que a la luz de la evidencia reciente y la solicitud del jurado estudiantil, el "tribunal" declara inocente a Eugene. Mientras los estudiantes vitorean, Gerald elogia a Arnold por enfrentarse al jurado estudiantil. Arnold le dice a Gerald que tenía que hacerlo. Gerald llama a Arnold un chico audaz mientras le dan a cada uno su característico apretón de manos. El director Wartz lleva a Curly a su oficina por admitir que activó la alarma de incendios. Cuando se llevan a Curly, no solo vuelve a tirar de la alarma de incendios, sino que también tira de las otras estaciones de alarma de incendios en el camino, mientras se ríe demente.