| Episodio de ¡Oye, Arnold! |
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| En la banca (Benchwarmer) |
| Temporada 1, episodio 11a |
| Fecha de emision: 21 de Octubre de 1996 |
Interwikis:
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Sinopsis[]
Arnold, Gerald, Stinky y Robert están en el equipo de baloncesto de la YMMA, y el entrenador Wittenberg enseña al equipo a pasar siempre el balón a su hijo Tucker. Arnold le enseña a Tucker cómo hacer tiros libres, solo para descubrir que todavía acapara todo el crédito.
Trama[]
Arnold y Gerald están contentos de que los dos estén en el mismo equipo de baloncesto en la liga YMAA. De repente, este optimismo se agria cuando el entrenador anuncia que la estrategia del equipo solo giraría en torno a un jugador: su hijo Tucker. Toda la práctica consiste en pasarle el balón a Tucker, lo que molesta a todos en el equipo.
Durante su primer juego, Tucker demuestra ser un muy buen jugador. Sin embargo, parece que Arnold no puede pasárselo a Tucker ya que no estaba abierto, por lo que se lo pasa a Gerald, quien hace un tiro completo. Enfurecido, el entrenador Wittenberg pide un tiempo muerto y deja a Arnold fuera por el resto del juego por ir en contra del plan de juego.
Arnold habla con el abuelo sobre dejar el equipo debido al plan de juego injusto que tiene el entrenador. Phil luego recuerda el momento en que se unió al circo para seguir su sueño de convertirse en trapecista, pero termina atrapado limpiando los desechos de los elefantes durante más de 13 años. Afortunadamente, Phil recordó algo que su abuelo le dijo una vez que lo convenció de quedarse en su trabajo: "¡No te rindas, tonto!" Le dice a Arnold que, aunque nunca se convirtió en trapecista, hizo las jaulas más limpias que existen. Esto persuade a Arnold a permanecer en el equipo como un "calentador de banca".
En el siguiente juego, se demuestra que Tucker es un terrible tirador de tiros libres, lo que le da al equipo una derrota y la furia de su padre por fallar tiros libres una vez más. Al salir del gimnasio, Arnold decide quedarse y lanzar algunos tiros libres, llamando la atención de Tucker. Tucker confiesa que cada vez que intenta tomar la foto, solo piensa en su papá gritándole; añadiendo demasiada presión. Arnold se ofrece a ayudarlo con sus tiros libres a primera hora de mañana.
Arnold comienza a enseñarle a Tucker los entresijos del baloncesto, con meditación para ayudarlo a intimar con la pelota. Arnold luego le dice a Tucker que dispare con los ojos vendados para "confiar en la pelota", lo que Tucker logra justo antes de su próximo juego.
El entrenador Wittenberg observa con asombro cómo su hijo ha lanzado con éxito todos sus tiros libres. En el medio tiempo, el entrenador le pregunta a Tucker dónde aprendió a disparar tan bien, a lo que Tucker miente y afirma que mejoró por su cuenta, molestando a Arnold, quien era el verdadero detrás del éxito de Tucker. Una vez que comienza a volver a su antigua forma de lanzar tiros libres, el otro equipo alcanza una ventaja de dos puntos. El entrenador explica el plan de juego para darle a Tucker el balón y hacer dos puntos para ir a la prórroga. Una vez que Tucker recibe una falta una vez más, finge una lesión para pedir un tiempo muerto y explicarle a su padre que fue Arnold quien le enseñó a lanzar esos tiros libres. Con el entrenador reacio a poner a Arnold porque "rompe las reglas", Tucker le dice a su padre que tiene que poner fe en el equipo para que tengan alguna oportunidad de ganar el juego, lo que provocó que Arnold reemplazara a Tucker en la línea de falta. Después de hacer su primer tiro libre, Arnold pide un tiempo muerto y le dice al resto del equipo que busque un tiro de dos puntos en lugar de un punto para ganarlo. El plan de juego es exactamente el mismo juego que se les ocurrió en el parque. La jugada funciona y Arnold gana el juego sobre la bocina, cambiando la opinión del entrenador sobre el plan de juego y permitiendo que todos jueguen.