| Episodio de ¡Oye, Arnold! |
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| El Béisbol (The Baseball) |
| Temporada 1, episodio 5b |
| Fecha de emision: 4 de noviembre de 1996 |
| IMDB • TV.com • Sitio de Don Del Grande |
Interwikis:
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Sinopsis[]
El jugador de béisbol favorito de Arnold, Mickey Kaline, está a punto de retirarse, y Arnold está decidido a ir a su último juego.
Trama[]
Los niños están jugando un partido de béisbol en la calle. Harold está lanzando mientras Arnold está al bate. Después de dos golpes, Harold comienza a burlarse de Arnold, comparándolo con Mickey Kaline, a lo que Arnold se toma con calma. El siguiente lanzamiento de Harold es enviado volando por el enorme swing de Arnold, dejando a Harold persiguiendo el béisbol nuevo.
Después del juego, los niños elogian a Arnold por ese gran golpe. Arnold dice humildemente que solo pensó en su ídolo Mickey Kaline y simplemente conectó un jonrón. Una vez que Eugene pregunta quién es Mickey Kaline, esto hace que Arnold saque una caja fuerte de su mochila que contiene recuerdos de Mickey Kaline. Arnold confirma que Mickey es su jugador de béisbol favorito de todos los tiempos. Luego comienza a enumerar curiosidades aleatorias sobre el jugador de béisbol para todos, incluida la molestia de Gerald.
Arnold luego es interrumpido por Ernie criticando a Mickey Kaline mientras ve un juego en vivo en la televisión con el Sr. Green, de quien se dice que es "una mera sombra de su antiguo yo" después de golpearse repetidamente. El Sr. Green también dice que mañana sería el último juego de Mickey, ya que se retiraría pronto. Arnold, en completo estado de shock, le dice a Gerald que los dos deben presentarse en el juego de mañana. Desafortunadamente, no tienen suficiente dinero por ahora, pero Arnold declara que obtendrá el dinero a tiempo.
Más tarde, en su habitación, Arnold se da cuenta de que Gerald tenía razón al decir que no tienen suficiente dinero. El abuelo luego aparece y le pide a Arnold que verifique sus ganancias del negocio de lavado de perros. Arnold cree que aún no sería suficiente, pero lo comprueba de todos modos. Mientras Arnold busca el dinero extra, el abuelo desliza algo de dinero extra en los ahorros de Arnold. Una vez que Arnold regresa a su escritorio, descubre con alegría que tiene suficiente para el juego y le agradece al abuelo por su rapidez de pensamiento. El abuelo se ríe para sí mismo, exclamando que solo se necesitan "cinco dólares" para hacer feliz a un niño, solo para darse cuenta de que accidentalmente le dio a Arnold cincuenta en su lugar; luego llama a Arnold por sus cincuenta.
Arnold y Gerald están en la fila en el estadio Quigley, donde le dicen a Gerald que los dos solo tienen suficiente dinero para las entradas y tal vez un perrito caliente. Luego, los dos son abordados por un revendedor de boletos que les ofrece "mejores asientos" a mitad de precio. Los mejores asientos están justo al lado de una columna en las hemorragias nasales. Debido a la viga gigante y el yeso que cae del techo, el juego apenas se disfruta. Eventualmente, Arnold decide ir a la sección inferior para ver el juego de verdad, pero Gerald le advierte que si lo atrapan, la seguridad y los acomodadores los echarían con seguridad.
Los dos niños finalmente son atrapados por los ujieres, quienes les preguntan dónde están sus asientos. Los dos intentan escapar de los ujieres, pero Gerald es atrapado. Arnold escapa a duras penas de los acomodadores una vez que Kaline es llamado a batear. El locutor luego proclama que lo más probable es que esta sea la última vez que Mickey Kaline bate, mientras la gente desde afuera de la tienda del Sr. Green hasta la casa de huéspedes mira por televisión. Mickey batea un jonrón, que casualmente es atrapado por Arnold (que se ve en vivo en la televisión nacional mientras Arnold corre de los ujieres).
Arnold y Gerald regresan a la pensión, donde el Sr. Green y otros ofrecen mucho dinero por el béisbol de Arnold, ya que fue el último jonrón de Mickey. Durante una entrevista televisiva, se revela que Mickey tiene sentimientos encontrados sobre el final de su carrera, ya que el béisbol era básicamente todo lo que quería hacer. Después de la entrevista, Arnold comienza a sentirse un poco desanimado por no haber podido darle nada a Mickey Kaline, ya que ha dado mucho por Arnold. Después de escuchar esto, el abuelo le asegura a su nieto que hay una manera de retribuir a Mickey y lo lleva a Quigley Field, donde Mickey está solo.
Arnold luego le ofrece a su ídolo la pelota de béisbol exacta que marcó su último jonrón. Mickey le agradece a Arnold, explicando que amaba el béisbol desde los días en que solía jugar a la pelota con su padre hasta el momento en que conectó el jonrón la tarde anterior. Antes de que Arnold pudiera irse, Mickey convence a Arnold de jugar a la pelota con él mientras comienza a contar la historia de su tiempo en la Serie Mundial contra Bob Gibson.